Por Iqbal Kan
Las plataformas en la nube pueden ofrecer ahorros de costos y otros beneficios, pero también pueden tener problemas costosos de cuello de botella.
Las promesas de la computación en la nube son atractivas: deshágase de su centro de datos, reduzca la carga administrativa, reduzca los gastos de respaldo y delegue todo el trabajo a un proveedor de servicios. Luego se establece la realidad: ¿Puede la nube manejar un alto volumen de transacciones y aplicaciones de alto tráfico?
Solo mire muchas de sus aplicaciones internas. Puede que empiecen siendo pequeños, pero pronto aumentará el tráfico de sus aplicaciones y ampliará la infraestructura correspondiente con regularidad. Y con todo eso vienen cuellos de botella de rendimiento y escalabilidad.
Mover aplicaciones a la nube no hace que estos cuellos de botella desaparezcan mágicamente. La nube tampoco cambia la forma fundamental en que operan la mayoría de las aplicaciones. Su aplicación en la nube seguirá utilizando una base de datos relacional tradicional para los datos de su aplicación. Por lo tanto, aún tiene problemas de escalabilidad del almacenamiento de datos. Y debido a que aparentemente es tan fácil aumentar la carga de su aplicación, estos problemas pueden empeorar en la nube.
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